viernes, 5 de febrero de 2016

La cosecha mundial de plátanos ( Guineo ) amenazada por una nueva plaga.

La cosecha mundial de plátanos podría desaparecer por culpa de una nueva plaga. El Fusarium oxysporum' , un hongo microscópico está atacando de forma masiva los cultivos de la banana Cavendish, la más vendida del mundo. El fusarium apareció en Australia, principal productor mundial, luego se propagó por Asia y de ahí ha pasado a África, afectando también a nuestro plátano de Canarias.
Más de 10.000 hectáreas de cultivo han sido destruidas de acuerdo con Panamadesease.org y los expertos advierten de que serán muchas más si no se encuentra una solución, ya que el conocido como mal de Panamá no tiene cura. Las Naciones Unidas han avisado de que la enfermedad es una amenaza para el suministro mundial de este fruto. Y grandes distribuidores mundiales como Fresh del Monte, lo califican de “gran pesadilla”.
La infección se introduce en la planta por las raíces y bloquea los vasos conductores por donde sube la savia de la planta. Es entonces cuando las grandes hojas del platanero empiezan a amarillear, el borde se necrosa y aparecen pequeñas manchas marrones en los peciolos. Al morir la planta, el hongo infecta a la siguiente, y así consigue acabar con los grandes cultivos.
El plátano de Canarias, a salvo
En el archipiélago canario, el cultivo de la platanera no se lleva a cabo en grandes hectáreas, como en América o en Australia. Las plantaciones son pequeñas y eso permite un mayor control sobre los cultivos. “Aplicamos medidas preventivas. Aislamos y destruimos la planta enferma y así evitamos el contagio”, explican desde ASPROCAN (Asociación de Productores de Plátanos de Canarias).
Además, los agricultores canarios se benefician de temperaturas más suaves y cuidan de que los suelos se mantengan secos. “Al evitar el calor y el estancamiento, el hongo se propaga más despacio”, añaden. Gracias a estas medidas, el llamado mal de Panamá mantiene una presencia residual en las islas y no supone en estos momentos un peligro real para su economía.
La segunda gran extinción
Los expertos tienen motivos para temer. No es la primera vez que esto ocurre. En los años 50, la principal variedad mundial de plátano, la ‘Gross Michel’, desapareció por completo por culpa del mal de Panamá. Fue entonces cuando se apostó por una nueva variedad: la Cavendish. Más pequeña y menos sabrosa, pero más resistente que su predecesora. Era óptima para la exportación y además, inmune al hongo. Sin embargo, en los 90 el Fusarium mutó en una nueva cepa más fuerte que es la que ahora amenaza la producción mundial de este fruto.
En esta ocasión no hay sustituta posible. “Es la variedad más consumida y exportada del mundo y un medio de subsistencia básico para muchos países en desarrollo”, lamenta Fazil Dusunceli, experto en enfermedades dela División de Protección Fitosanitaria de la FAO en declaraciones a ‘The Telegraph’. “El impacto de esta enfermedad para la seguridad alimentaria es inimaginable”, añade.
La FAO estima que implementar un plan estratégico global para contener la enfermedad tendría un coste de 47 millones de dólares, por lo que por el momento parece impracticable. Si los expertos mundiales no son capaces de encontrar una solución a tiempo, puede que en el futuro en el supermercado solo encontremos plátanos de Canarias.
Fuente: El Confidencial